lost

perdida
naufragando constantemente y dando tumbos en la cabeza
correr
intentar encontrarme
ansias de llegar a desprenderme de las ataduras
de volar
libertad
tirarme desde un precipicio sin arnés
andar descalza y con ojos cerrados
sentir el aire azotándome el cuerpo y la lluvia golpeándome las vestiduras
soñar(me) nadando
con caricias dando círculos y perdiéndome en el horizonte
azul mezclado con negro
torbellinos
olas

titi

estás sin estarlo...

últimamente todos los rincones de casa huelen a ti
de manera intermitente te veo, siento, huelo
el perfume que usabas
el olor que desprendías del cuerpo
pero ya no estás
me gusta olerte
en casa ya no se habla catalán

mis pelos y las miradas

y es en verano, como siempre, cuando el tiempo parece que se haga eterno, ya no se dispara como en las estaciones restantes, sino que se diluye y parece que se realentice y sea eterno, eso sí, solo a ratos. es entonces cuando piensas ajenx a la mirada delx otrx te planteas, cuestionas y/o (te) lees como persona, cuerpo y/o sujeto más allá de la dicotomía. la semana pasada me hice un tatuaje y para ello el día anterior fui a depilarme después de estar siete meses sin hacerlo, ahora me crecen pelillos por la cara 'barbilla' y la zona correspondiente a las patillas y me gusta. siguiendo con la moda del artículo que el año pasado salió publicado en los periódicos parece que el tema del vello/bello es algo candente y de radiante actualidad. bien, en la línea paternalista de siempre, cuando me fui a depilar la mujer aconsejándome que una de las opciones es la depilación láser, yo escuche y simplemente seguí con mi mirada de indiferencia, ella fue consciente de ello y respondió molesta: no pareces muy convencida. y yo pensé por mis adentros: si tengo que decirte de lo que estoy y no convencida, como se suele decir, apaga y vámonos. es por el tatuaje, me repetía, y bueno aproveche también para que la mujer me quitará pelo de otras partes culturalmente no bien vistas, por decirlo de algún modo. siguiendo con la temática de los pelos, de eso va esta diarrea verbal, al volver a casa lxs familiares contentos, me había ido a depilar y al día siguiente vieron que tenia un tatuaje, mi madre, con el discurso heteronormativo interiorizado, el peso de la tradición y las piedras y corsés de siempre me leyó e interpretó como un: mira pues a decidido empezar a cuidarse. total que como viene siendo un continuum cada 4x3, ya es voz en off que aprovecho para hacer mentalmente otras cosas, diciéndome que si tengo que hacer deporte, que si me tengo que cuidar, que si no me quiero, que si bla bla bla y lo de siempre, y esto al cuadrado viviendo en familia y a diario. por suerte o por desgracia a partir de septiembre uno menos. retomando de nuevo el monotema pretexto del vómito ayer después de ir al dentista fuimos a tomarnos algo -mi madre y yo- y en la terraza de un bar sentía las miradas como dardos ello se debe, evidentemente, a que llevo el pelo corto algo que no concuerda con los estándares normativos de gran parte de la humanidad, por lo que parece, al menos de la zona eurocéntrica 'occidente'. pues esto que al mirarme y leerme tenían un rostro estupefacto, de esos que ves y piensas, así de repente, colleja -es sistemático- y yo seguía con mi cara de indiferencia...la misma tarde mi madre y yo andando por la calle íbamos hablando tan tranquilamente y un hombre cuyo cargo de funcionario me enerva y asquea por no decir otra cosa, que no pienso nombrar, me miró las tetas, sí las tengo grandes, un coñazo pienso por mis adentros y lo digo abiertamente -más de una vez se me ha pasado por la cabeza operarme...- pues esto que el hombre llámale machirulo o como te salga de las partes me miro descaradamente es poco, bueno a mi no, a una parte de mi cuerpo que resultó de su interés, evidentemente en ese momento. y claro como tengo yo naturalizada la reacción por norma y los prontos son algo integrados como si se tratará de una parte de la conversación, con un tono neutral, le mire yo descaradamente, y digo y tú deja de mirarme las tetas, acto seguido seguí hablando con mi madre y pasando por alto este suceso, no sé si se dio o dejo de dar cuenta, pero la verdad, no me importo. otra de las escenitas que me dio también por saco fue el hecho de que cuando estábamos en la terraza había una pareja con dos niñas y la abuela de ambas, supongo, total que se acercó un amigo del padre y se pusieron a hablar tan ricamente y de repente, ya no sé si la niña o el padre, sacó una corona de estas de plástico-cortón-piedra, acto seguido dice el padre: ai mi hija que es toda una princesa, y yo como no pensando, ya estamos otra vez -mecagoentodoloquesemenea- y mi madre que lo vio pensó y dijo: ai que mona la niña con su coronita de plástico, de nuevo con un rostro neutral esbocé una sonrisa entre sarcástico-irónica-forzada...dichoso el peso de la cultura y las miradas...