jueves, 27 de febrero de 2020

Soltar amores en gestos cotidianos accidentales::


Hoy perdí la goma de pelo que me regalaste. Sí esa negra que me iba pequeña y que llevabas puesta en la muñeca derecha, la que no solías usar mucho aunque tuvieras el pelo largo, porque no te gustaba llevar el pelo recogido.
Esa coleta que me iba pequeña y me apretaba, que para agrandarla la ponía alrededor de una lata de cerveza o del vaso del concierto al que fuimos. Hace poco, incluso, la ponía alrededor del monedero para llevarla siempre encima, poder usarla y que se diera de sí.
Tanto se dio de sí, tan corto y fino es mi pelo, que la perdí.
Se cayó en el suelo, de tanto pelearme para que no me apretara, de tanto usarla aferrándome a la atadura pasada.
Pues sí, perdí tu coleta negra.