Noche rockambolesca 0.0
Ir a karate y al cambiarme la ropa ser consciente de que me
he dejado las llaves de casa en casa, como sospechaba paseando de camino. Salir
antes de clase, llamar a quienes me parieron y optar por colarme en el metro
para ir escopeteada al valle cabrón. Llegar, felicitar a mi madre, coger las
llaves, subir al último metro de la línea azul y sentarme delante de un tipo drogadísimo
hasta las trancas, que salta cual saltamontes para coger del suelo lo que
parece un filtro. Acto seguido llama a la que hipotéticamente dice ser su mujer
exigiéndole explicaciones y gritando. Tener que bajar en sagrada familia,
pasadas ya las doce…en el cruce de la monumental con la calle marina
encontrarme la pintada de al lado y tararear mentalmente: mi cuerpo es mío y lo
que hago yo decido (8). Pasar por las calles que cortan el barrio y volver a la
realidad, lo de siempre, y los pluriempleos en este sistema fabuloso. Nada que
la Odisea de Joyce y de Ulisses son caca. La Ítaca de Kavafis una engañifa. Que
te jodan Circe adiós (J.Krahe).
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